Historia de la Fundación Pamplona

La ciudad de Pamplona fue fundada en 1549 por los españoles Don Ortún Velásquez de Velasco y Don Pedro de Ursúa. La Fundación se revistió de gran solemnidad con las grandes ceremonias acostumbradas. Sabiamente, los españoles se adaptaron a las características del terreno para trazar las calles, disponer la plaza y edificar sus templos según lo mandado por el Rey. Se repartieron los solares para los principales vecinos.

De los 136 solares de la plaza del Valle del Espíritu Santo o Nueva Pamplona, uno le fue asignado a Don Juan de Maldonado, era el que quedaba en la esquina nordeste de la plaza bien encuadrado y mejor situado a quien sus indios de Chopo le construyeron una morada de pajiza y bahareque, no muy disímil de los aposentos de sus repartimientos y encomiendas de Chopo. Las casas que enmarcan la plaza principal fueron construidas en los años siguientes a la fundación de la ciudad. Don Juan de Maldonado participó en el hallazgo y explotación de las primeras minas de Pamplona; ocupó importantes cargos en el cabildo, justo de donde emanó designación como comisionado para ir a pedir cuentas a Juan Rodríguez Suárez quien había salido hacia los Andes Venezolanos a descubrir minas y había fundado la ciudad de Mérida sin la autorización del cabildo de Pamplona ni de la audiencia, año de 1558.

Para definir la jurisdicción territorial con Pamplona, funda la Villa de San Cristóbal en el Valle de Santiago en 1561, se nombra Justicia Mayor de dicha Villa, se avecina en ella y al poco tiempo se ha desvinculado casi definitivamente de Pamplona.
El solar y la casa morada del capitán Maldonado en Pamplona, así como la encomienda de Chopo fueron conservados por Doña María de Velasco, su esposa, quien al morir el capitán en 1570, se vuelve a casar con el capitán Alonso Puelles de Esperanza.

Las casas de la colonia conservan ciertas características, altura generosa, organización alrededor de un patio, sobre el que ofrece 2 ó 3 pisos generalmente, con galerías de columnas, portada de alguna magnitud de un zaguán que vincula la calle con el interior; sus dimensiones permiten el fácil paso de una cabalgadura; patio abierto y un huerto ´´ corral ´´, que muestra la relación de la casa urbana con el campo.

Además de transplantes de sus técnicas constructivas, como el uso de tapia pisada, el adobe, el ladrillo y la piedra en los muros, se empleó el bahareque, conocido por los indígenas ´´ áreas de servidumbres ´´, divisiones posteriores, alternaron con frecuencia la teja ´´ española de barro con la paja ´´.

Encontramos una construcción muy ajustada a las especificaciones arquitectónicas de la actual casa, la construyo el padre Juan Burgueño del Castillo, segundo cura beneficiario que tuvo la ciudad después de la muerte del padre Alonso Velasco en 1581; el padre Burgueño del Castillo empezó a construirla en el año de 1595.

Pamplona, era paso obligado del Camino Real, este tuvo un gran impulso en la Reconquista Española. Por aquellas épocas fueron muchos los personajes pintorescos que vinieron a vivir a estas tierras, caso particular el de aquella desdichada Doña Inés de Hinojosa, cuenta el escritor Rodríguez Freyle en su libro El carnero, que ´´ una criolla bella y sensual, oriunda de Barquisimeto y casada con Don Pedro de Ávila, se radicaron en Carora y con ellos vivía Juanita, sobrina de Inés. Jorge Voto, maestro de danza, llega a Carora y logra entusiasmar a Doña Inés y Juanita para que tomen sus clases. Un día Voto hace circular la noticia de que emigra para Pamplona, pero regresa de noche y asesina a Pedro de Avila. Inés, viuda y rica, pasa a Pamplona y contrae matrimonio con Voto, para luego radicarse en Tunja, donde se desarrolla la segunda parte de la historia. En esta ciudad vive el encomendero Pedro Bravo de Rivera, quien enamora a Inés y en su complicidad y la ayuda de una amigo, Pedro de Hungría, asesinan a Voto. Los hechos ocurren durante el gobierno de Andrés Díaz Venero de Leyva, es decir en la segunda mitad del siglo XVI. Descubiertos los amantes son juzgados y ajusticiados´´.

En los salones de esta casa se celebraron los fastuosos banquetes de la época de ‘’Pamplonilla la Loca’’, en los cuales se servían aceitunas de oro, algunas de las cuales se dieron más tarde de limosna a los arruinados magnates que las sirvieron en sus mesas.

Ya en la época de la Independencia, la Casa dio albergue varias veces al fatigado Libertador, que en ella extendía su hamaca para descansar. 

Con el tiempo pasó a ser propiedad de las distinguidas damas María Mendoza y su sobrina María Engracia Pérez, siendo conocida como ‘’Casa de las Marías’’. En el año de 1975 fue Declarada Monumento Nacional mediante Decreto 288 de 1975, por el Gobierno Nacional.

Para seguir leyendo Ingrese a:
  http://www.mamramirezvillamizar.com/quien_historia.html]http://www.mamramirezvillamizar.com/quien_historia.html

No hay comentarios: