La Leyenda del Cristo del Señor del Humilladero.

Cuenta la leyenda que unos campesinos trabajaban a pleno sol de medio día, cuando de pronto vieron a lo lejos dos hombres muy altos y rubios, con apariencia de extranjeros que traían cargando una especie de ataúd, aquellos extranjeros se detuvieron a admirar la belleza del campo para descansar un poco y uno de ellos admirado exclamó -¡que bello lugar! De apariencia como oro e imponente como el fuego, este valle es semejante a nuestro espíritu santo; siguieron adelante con su camino hasta encontrarse de frente con aquellos campesinos, preguntaron donde quedaba la Cofradía de la Veracruz y continuaron con su marcha.

Cuando llegaron a la Cofradía, les permitieron entrar y dicen que esos hombres duraron tres días con sus noches encerrados ahí, la gente preocupada porque ellos no comían ni bebían entraron para ver que había sucedido y se llevaron una Divina sorpresa porque descubrieron la imagen sagrada del señor del humilladero y de aquellos hombres que entraron a dejarlo jamás se supo nada, todos decían que eran ángeles enviados del cielo que lo trajeron para nuestra protección.